Una aplicación de citas tonta en la que me negué a registrarme. He visto películas y leído libros, pero la mayoría de la gente no encuentra el amor pasando fotos sin camiseta y selfies con Photoshop.
Mi mejor amigo no sentía lo mismo. La diabólica diabla me inscribió en una noche especial de solteros de San Valentín a través de la aplicación. Ella respondió todas las preguntas por mí para que Cupido pudiera disparar sus flechas de emparejamiento a través de la base de datos para encontrarme un alma gemela. O una conexión. Lo que.
Aunque no tuve un partido. No, eso sería demasiado fácil. En cambio, tenía tres.
Y resultó que eran mis jefes.
Por alguna razón, ellos no encuentran esto tan ridículo como yo. Quieren que pase el fin de semana con ellos, convencidos de que la aplicación no se estropeó del todo.
Obviamente, están locos.
Entonces, ¿por qué dije que sí?
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