Soy la segunda persona más odiada en Amber Springs.
Los honores del primer lugar son para mi gemelo, Ethan; sin embargo, el odio no es una palabra lo suficientemente fuerte para transmitir lo que la gente siente por él.
No es que culpe a nadie, algunos días también lo odio. Sobre todo, estoy perdido y asustado, ahogado en un mar de traición y culpa, preguntándome cómo sucedió esto justo debajo de mis narices.
No hay más remedio que irse. Moverse por todo el país en un último intento por empezar de nuevo.
Transferirse a una nueva escuela a mediados del último año es un infierno para la mayoría de las personas. Para mí, es un alivio bienvenido, hasta que alguien descubre nuestro secreto y ahora todos lo saben.
Las miradas señalando, susurrando y mordaz me siguen de nuevo, y estoy de vuelta al punto de partida. Excepto que, esta vez, no estoy solo.
Axel, Skeet y Heath me tomaron bajo su protección desde el momento en que llegué aquí. No tengo idea de por qué tres de los chicos más calientes de la ciudad se interesaron por mí o por qué continúan apoyándome, pero estoy muy agradecido de tenerlos en mi esquina.
Porque, ahora mismo, son la única razón por la que no sigo a mi hermano hasta la tumba prematura.
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